“The
description itself does not reproduce the object, it rather helps us to restage
and restate the effort to remember what it is lost. The descriptions remind us
how loss acquires meaning and generates recovery -not only of and for the
object, but for the one who remembers” (Phelan, 1993).
Peggy Phelan rescata un componente importante en el performance:
la pérdida, la desaparición, la ausencia. Discutir su condición a nivel
ontológico implica reconocer lo tambaleante de su ser. El perfomance es
parcialmente ausente y parcialmente presente en tanto se materializa metonímicamente,
es decir de forma aditiva. Tal condición hace imposible la mímesis de su ser; puesto
que incluso la descripción o documentación de lo acontecido recae en la
contingencia, en la multiplicidad de perspectivas, en la sutil diferencia.
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