Barthes, Schapiro y un tal Sousanis
“Para unos, la imagen es un sistema muy rudimentario con
respecto a la lengua y, para otros, la significación no puede agotar la riqueza
inefable de la imagen”, dice Barthes. Y yo, que quepo en el bando de esos ‘otros’,
tomo prestadas -de Sousanis, autor de ‘Unflattening’- algunas ideas que podrían
hacer frente al vil contraste, previamente enunciado, entre imagen y lengua:
1. Mientras que una imagen es, el texto es siempre sobre.
2. La imagen visual se presenta toda de una vez; a
diferencia de la expresión verbal y escrita, cuyo contenido aparece respetando
una secuencia preestablecida.
3. Los elementos de la imagen visual están
interconectados como en una red rizomática.
Estos tres puntos relievan la complejidad de la estructura
de la imagen; y Barthes y Schapiro, desde la semiótica, hacen consideraciones que
parecen sumarse a tal efecto.
Barthes entiende a la imagen como una fuente transmisora de
mensajes compuestos por signos. Los mensajes emitidos por la imagen pueden ser lingüísticos,
icónicos codificados (imagen connotativa) e icónicos no codificados (imagen denotativa).
La imagen denotada y connotada, por su origen icónico, se presentan simultáneamente
al espectador; y es, en esta simultaneidad de recepción, que la imagen denotada
puede contribuir a la naturalización del mensaje simbólico.
Schapiro, por otro lado, explica cómo la imagen-signo puede
adquirir significaciones adicionales a esas vinculadas, en primera instancia,
con el objeto de representación. El autor señala, además, que la emergencia de las
nuevas significaciones sucede gracias a la intervención de factores como el campo
para la representación, los límites, la escala y la dirección.
Referencias:
R, Barthes. (1982). Retórica de la imagen. En Lo Obvio y lo
Obtuso.
M,
Schapiro. (1973). On Some Problems in the Semiotics of Visual Art: Field and
Vehicle in Image-Signs. SImiolus.
N,
Sousanis. (2015). Unflattening.
Hola María Emilia
ResponderEliminares interesante ver el juego que tiene el lenguaje y la imagen al momento de decodificar un mensaje. Hay un tejido muy grueso de estudio en cuanto a los significantes y significados adquiridos por cada persona. Creo que simplemente estamos ante un infinito océano de interpretaciones que se verán mediadas por las vivencias de cada individuo. De allí que el arte -pintura, escritura, performance, etc- siempre quede sumergido en la subjetividad y en la posibilidad de reinventarse. Estos textos de Barthes y Shapiro me recordaron a otro teórico que estudia la semiótica, Schulz von Thun. Tal vez te interese revisar su trabajo. Él señala cuatro campos que siempre atravesarán al habla: el plano de la relación con el oyente, la manifestación del sí, la información como tal y la intención. Creo que esto también aplica al momento de analizar una imagen, puesto que el sentimiento al presenciar una obra puede variar con un simple cambio de humor.