¿"Fin del arte" o "fin de la historia"?

Jameson

El fin del arte/ Fin de la historia

Existe  la contraposición entre el paradigma moderno y el postmodernismo que se contrapone contra el mismo. En el fin del arte hay una transposición entre la estética hegeliana y la trascendencia de lo sublime (Kant). Dado que el mercado del capitalismo avanzado se habría apropiado de lo bello para subordinarlo a la calidad de mercancía (síntoma del mismo capitalismo avanzado), posteriormente surge una ruptura y un síntoma recurrente en el postmodernismo es el cuestionamiento permanente de todo entonces la representación entra en un estad de crisis, separándose de la mercancía que está implícita en lo bello. Lo cual queda como un cascarón vacío que solo apela a un sentido superficial, consumido como un producto efímero que pronto se consume de manera compulsiva, nunca es demasiado de lo bello.

Durante los últimos
años, sostuve insistentemente que esa coyuntura está marcada por
una indiferenciación de campos, de manera tal que la economía
llegó a superponerse con la cultura: que todo, incluidas la producción
de mercancías y las altas finanzas especulativas, se ha vuelto
cultural; y la cultura también pasó a ser profundamente económica
u orientada hacia las mercancías

Ambos están dispuestos de manera contraria, en el caso del postmodernismo es el recalcar los Fracasos de los ideales de la modernidad, la cual se vino abajo reflejada varias veces en los conflictos bélicos en distintos puntos de la historia, pero que quedaron grabados como testimonio de que la razón puede llegar a ser un instrumento discursivo para aplicar la violencia, no únicamente restringiendo las libertades individuales sino también llegando a casos extremos en los que los derechos quedan totalmente negados y la limpieza étnica toma protagonismo.

Ambos debates se derivan de Hegel y reproducen un
giro característico de su pensamiento sobre la historia o, si lo pre·
fieren, de la forma de su narrativa histórica: confío en que ya hemos
avanzado lo suficiente en nuestra conciencia de la estructura
narrativa de la historicidad para poder olvidar los viejos y remotos
cuentos sobre los males de la totalización o la teleología

Estos paradigmas una vez más en crisis, marcaron nuevas formas en los modos de producción soportadas por el pensamiento de Vanguardia (Avant-garde), el cual no solo produjo rupturas entre los modos de producción, sino que cuestionó permanentemente la concepción del arte y los límites en los que las prácticas artísticas se fueron expandiendo.  De manera semejante Fukuyama anuncia el fin de la historia debido al fracaso de la narrativa de contraposición al capitalismo. El fracaso del socialismo marca del final de la perspectiva de un relato que tenga otra óptica al estructurar su discurso.

Todo lo que quisiera señalar en este punto es que
la práctica teatral de ese período se mantiene a cierta distancia mínima
de los textos que presupone como sus pretextos y condiciones
de posibilidad: los happenings empujarían luego esta situación
hasta su límite extremo, cuando afirmaron eliminar por completo
el pretexto del texto y brindar un espectáculo de la más pura actuación
como tal, que también procuraría, paradójicamente, abolir la
frontera y la distinción entre ficción y hecho, o arte y vida.

Un síntoma del capitalismo avanzado es la globalización que coincide con este final en el relato del socialismo, además de la expansión del mercado a escala mundial. Dónde los paradigmas del mercado establecen regímenes estéticos, los cuales se legitiman a medida que son repetidos de manera seriada para posteriormente consumidos como el único punto de vista absoluto sobre la realidad de los individuos. 
Sin duda e final del relato socialista es es el presago del advenimiento del mercado global, dónde hay una perspectiva hegemónica, que se ubica como el epicentro de la cultura de masas. Dónde las mercancías están constantemente navegando e incorporando nuevas culturas  reducidas al factor de bien de consumo. Es dónde el arte se apropia de la misma manera de producción de la imagen ara ser absorbida por un sistema de significantes desprovistos de significado real, dónde la referencia se la disuelto tanto que los múltiples significantes estás todos flotando en una misma posibilidad de denotación.

frase evoca la posibilidad de "la ruina mutua de las clases antagónicas"
-con seguridad, un fin de la historia bastante diferente-,
en tanto la igualmente famosa alternativa de "socialismo o barbarie"
incluye desde luego una ominosa advertencia y un llamado a
la libertad humana.) No obstante, el punto de vista marxista, el de
la sustitución de un modo de producción por otro, al insistir en la
diferencia radical entre ese tipo de acontecimiento sistémico y los

sucesos que son acciones ti ocurrencias históricas más corrientes,

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