Género

Hay una problematización inherente a lo femenino y el rol de la mujer en el arte ya que se busca distanciar a las mujeres de un accionar completo dentro del mismo. Nochlin se aproxima desde la falta de mujeres artistas que ocupen un espacio renombrado como Rembrandt, Da Vinci, entre otros. Una mujer no puede ser artista sin sacrificar los valores tradicionales que se le buscan imponer. Su presencia debe recontextualizarse como algo masculino para que pueda ejercer dentro del campo. Adicionalmente, hay una barrera impuesta a lo largo de la historia respecto a la accesibilidad a una educación de artes que permita a la mujer a alcanzar un espacio de notoriedad dentro del mismo. Butler se suma a esta idea al hablar de la naturaleza de lo femenino y la imposibilidad de generalizar una sola experiencia femenina, al igual como un mismo activismo feminista. Hay una performatividad asociada al cuerpo femenino y a la presencia femenina que, en el momento de expandirse fuera de la misma, se le obliga a regresar a un estado binario. Esto lleva a preguntarse como se configurará el campo actual del arte y si la mujer y lo femenino continuarán fuera del discurso principal del arte.