Jameson y lo Bello
Jameson entiende al modernismo como disuelto ya en el posmodernismo,
e incluso se plantea si es posible volver a lo moderno. La búsqueda de lo
Absoluto y de lo Sublime no son más los ideales que se persigue en una época
posmoderna y, sin embargo, sí acontece un regreso a lo Bello. El autor nos dice que tanto la “Teoría como lo
Bello son elementos constituyentes de ese <<fin del arte>> que es
lo posmoderno” (Jameson, 1999; p. 120). ¿Cómo concebir, empero, lo Bello según
el autor? “Tiene que ver con la educación, la esfera pública y la era
cibernética o informacional, y exige que destaquemos una notable tendencia
histórica de nuestro tiempo, a saber, la inmensa expansión de la cultura y la
mercantilización a los ámbitos -política y económica, por ejemplo- de los que
estaban tan justamente diferenciadas en la vida cotidiana del período moderno”
(Jameson, 1999; p. 120). Lo Bello en la posmodernidad tiene que ver, por tanto,
con un nuevo paradigma: uno en el que los ámbitos culturales, políticos y
sociales se intersecan abiertamente, se conjugan, fusionan y borran los límites
que los separan entre sí. Entonces regresemos a la “abolición entre ficción y
hecho, o arte y vida”, propulsada por los happenings,
como dice Jameson, y pensemos en la serie de prácticas contemporáneas que más tarde se proponen habitar la vida a través del arte o, en otras palabras, hacer que el arte
ocupe la vida.
Obras citadas:
Jameson, F. (1999). El Giro Cultural. BuenosAires: Manantial.
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