La era Postmoderna
El inicio de la era postmoderna estuvo marcada por la desaparición de grandes narrativas, las mismas que dieron paso a un nuevo mundo donde las fronteras del arte cada vez se volvían mas borrosas. Los sentimientos y la emotividad de la época de la posguerra permitieron la aparición de los movimientos de vanguardia, los mismos que se convirtieron en el grito de toda una generación cuyo propósito fue expresar todo ese miedo, frustración, traumas que quedaron como resultado de la guerra. Por otro lado el auge de la fotografía y el vídeo fueron las principales causas de una significativa perdida de la pintura. El aparecimiento de estos medios facilitó la generación de contenido publicitario por un lado y por otro lado marcó el inicio de la era de la reproductibilidad técnica y con esta la perdida de todo el romanticismo de la obra de arte aurática y del genio artista, características muy propias del modernismo. Y claramente esto fue el inicio de la nueva era postmoderna.
Con estos antecedentes y a esto unido a la rapidez con la que se comenzó a desarrollar la informática, la era postmoderna llegó estrepitosamente con reales intensiones de permanecer, y con ella las nuevas formas de ver y hacer arte; desde practicas artísticas mas enfocadas en la experimentación y menos en el endiosamiento de la obra y sus autores, hasta nuevos discursos llenos de contenido que van mas acorde con las narrativas actuales y que propician una obra de arte más participativa, más activa y menos compacta.
Annabella Valencia
Con estos antecedentes y a esto unido a la rapidez con la que se comenzó a desarrollar la informática, la era postmoderna llegó estrepitosamente con reales intensiones de permanecer, y con ella las nuevas formas de ver y hacer arte; desde practicas artísticas mas enfocadas en la experimentación y menos en el endiosamiento de la obra y sus autores, hasta nuevos discursos llenos de contenido que van mas acorde con las narrativas actuales y que propician una obra de arte más participativa, más activa y menos compacta.
Annabella Valencia
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