Biopolítica, arte y vida
La palabra ‘’arte’’ inmediatamente llama a invocar los medios clásicas como la pintura, el dibujo, escultura, grabado e incluso la instalación. Sin embargo, también se encuentran documentaciones del arte en los espacios dedicados a este tipo de exhibiciones. El arte se refiere a otros ámbitos, problemáticas de todo tipo, entre otros, pero no puede referirse a si mismo. La documentación del arte por definición NO es arte, sino un referente a esta. Entonces el arte ya no está presente ni es visible sino que yace oculta. La documentación del arte es un intento de preservar alguna actividad artística que tomó lugar en el pasado y que no consta en un objeto que puede ser exhibido, como el performance. De esta forma también ayuda al arte en cuánto a referirse a la vida como actividad, y entonces la obra de arte es no-arte, sino documentación. Por ende, la influencia de la biopolítica y las miles de preguntas que plantea sobre la vida (y la muerte) también influencian el arte. La diferencia entre lo ‘’vivo’’ y lo artificial está en la narrativa que se emplea para cada una. Groys menciona a Blade Runner donde se construían documentaciones biográficas ficticias para sujetos artificiales de cosas que nunca existieron ni que los sujetos experimentaron y por ende, tampoco recordaban. Dentro de la discusión sobre la vida, la muerte, lo artificial, la originalidad y demás la documentación del arte muestra otro camino para la biopolítica, uno donde es posible dar vida a algo artificial y lo repetitivo en algo único.
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