Eurocentrismo Controvertido

En los textos de esta semana se hace patente la multiplicidad cultural que aún pervive en el mundo a pesar de la gran fuerza que posee la cultura occidental para divulgarse a sí misma cómo un modo cultural universal.

En el texto de Mosquera se analiza brevemente la posibilidad de superar el eurocentrismo, tanto en las culturas de otras latitudes como en las prácticas de los mismos europeos. El autor plantea que al ser esta la única forma de etnocentrismo que se ha exportado a lo largo del mundo, mediante medios económicos, políticos y sociales, existen grandes dificultades para elaborar nuevos marcos de interpretación simbólica, o legitimar visiones adyacentes, que abarquen otras realidades culturales.

Y es que para el autor el surgimiento de esta preocupación por relevar al pensamiento del eurocentrismo deja ver la trampa de la que todos somos víctimas. En el momento en el que el colonialismo europeo impuso esta forma de ver el mundo en otras culturas, estas comenzaron a utilizar los modos de pensamiento (digamos) importados para plantear respuestas a sus interrogantes y organizar sus modos de vida. Si bien, los modos culturales europeos al ser empleados por otras poblaciones se ven modificados ante las distintas condiciones que impone la realidad local, la ubicuidad de esta forma de pensamiento y acción en el mundo ha reducido la capacidad de las distintas culturas para plantear alternativas viables a los problemas ante los cuales el eurocentrismo se muestra insuficiente. Entonces sí, todos somos víctimas de un empobrecimiento de perspectiva.


 Pero Mosquera también nos advierte sobre los posibles errores en los que podemos caer en el intento de cuestionar el eurocentrismo. La intención de destacar los modos culturales particulares de nuestra localidad puede llevarnos a confirmar inconscientemente los prejuicios que la cultura occidental tiene sobre el las manifestaciones originarias de otras latitudes. La cualidad de exotismo que usualmente adquiere al arte foráneo para la mirada occidental puede llevarnos a satisfacer este arquetipo. Al contrario Mosquera nos invita a participar de ambos mundos no mediante la preservación momificada de nuestras tradiciones sino mediante su adaptación a esta nueva época. Mosquera nos incita a preguntarnos en este sentido ¿cómo podemos hacer arte contemporáneo, considerando medios, contenidos y marcos de sentido actuales o disponibles en nuestra época, pero de tal manera que podamos expresar nuestras sensibilidades, valores e intereses?

Martín Fuentes

Referencias:

Gerardo Mosquera, “The Marco Polo Syndrome. Some Problems Around Art and Eurocentrism”, en Theory in Contemporary Art Since 1985, eds. Zoya Kocur and Simon Leung. Oxford: Blackwell, 2005. Págs: 218 - 225 

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