Exclusión-inclusión de la vida
De acuerdo a Giorgio Agamben en la introducción
al libro Homo Sacer, en la antigua Grecia no existía una palabra que
significara vida, sin embargo, existían términos que indicaban dos variantes
distintas asociadas a este concepto: por un lado, zoe se refería a la capacidad común de todos los seres vivientes de
poseer vida, y, por otro, bios se
refería a modos de vida particulares de un individuo o de un grupo de personas.
Agamben muestra como esta distinción es de gran importancia para el pensamiento
y practicas de vida en Occidente, pues, a partir de la oposición que se construye
entre estos dos términos, se estructura la vida en las antiguas polis, las que a su vez constituyen el
modelo para la organización social moderna.
Agamben indica que Aristóteles a lo largo de
varios de sus escritos deja sentado el criterio de que la polis es el lugar
donde tiene lugar la vida como bios, y
por el contrario es el lugar de exclusión de la vida como zoe. Agamben señala que el criterio de Aristóteles se asienta en el
proyecto civilizatorio que fuera parte fundamental de la cosmovisión en la
antigua Grecia en tanto que el mismo Aristóteles describe la oposición de estas
distintas formas de concebir la vida en relación a la cualidad de tener voz,
asociada a zoe y exterior al mundo de
la polis, y la capacidad para practicar el lenguaje, asociada esta a bios. De acuerdo a Agamben esta
distinción inaugura una forma de entender al mundo marcada por la creación de
un espacio de inclusión de carácter político (la polis), mediante un hecho de exclusión de la vida como un hecho
natural.
Martín Fuentes
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