Estética relacional

La vertiginosidad, desarrollo de la tecnología, catástrofes y la crisis de los años noventa trajo consigo cambios estructurales que marcaron un giro rotundo en la política, en la sociedad y en la  cultura.  Culturalmente hablando, significó el aparecimiento de nuevas corrientes, una de las cuales fue el arte relacional y/o  estética relacional: la misma que marcó su aparición  a partir del texto de Bourriaud, Estética Relacional. Esta nueva corriente artística, hace referencia a la perdida o muerte del autor de la que hablaba Barthes y de cierta manera  la obra vuelve a ser aurática, no tanto como en la concepción tradicional de aura en el arte, pues le da un giro interesante al convertir la obra en una experiencia aurática.
El arte relacional marcó un precedente al  instaurar una nueva forma de concebir el arte, y no solo en la exhibición en sí; sino más bien desde su concepción misma: Es así que el punto de partida se dio a partir de la re-denominación del sitio de trabajo de los artistas y así se dio inicio a los laboratorios, (lugar de construcción, fábrica de arte) esto con el fin de enfrentarse a toda la burocracia que  maneja y envuelve un museo. Pare esto se consideró y se marcó tres ideas base: el artista asume un rol de diseñador, se da prioridad a la función en lugar de la contemplación y en el caso de los procesos artísticos se da cabida a los proceso inacabados por sobre la resolución estética.


Annabella Valencia