Baudrillard distingue varios niveles de la imagen (de simulación a simulacro) en función de la relación que se establece entre la representación y sus referentes en la realidad. En el primer nivel ubica la representación que podríamos llamar, para fines prácticos, sencilla: el reflejo de una realidad profunda . A este nivel podríamos ubicar (con el afán de sintetizar esta ejemplificación por supuesto) las imágenes que produjeran Jean Francois Millet como registro de la vida de los agricultores de su tiempo, por ejemplo, El Angelus de 1859. Esta imagen, al igual que la de Las Espigadoras (1857) procuran comunicar el recrudecimiento de las condiciones de vida en el campo que generó en Europa la consolidación de la producción industrial, durante el siglo XIX, y a la vez pretenden elevar al agricultor a una dimensión heroica, en consideración a las penurias que debían atravesar los miembros de este sector de la sociedad para sobrevivir en aquellas circunstancias. El hec...
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